jueves, 19 de febrero de 2015

LOS NIÑOS YA NO VIENEN DE PARÍS

La adopción. Suena el teléfono. Una lágrima recorre la mejilla de Paz, mientras su marido la mira expectante. 

Tras cinco años han recibido la llamada que tanto esperaban. Por fin van a a ser padres. Acaba un proceso que siguen muchas familias.

En este caso se trata de una familia valenciana, pero podría ser el de cualquier familia española  que no pueden tener hijos biológicos y deciden adoptar. 

Pero lo que en un principio parece un trámite sencillo, se convierte en un duro proceso en el que se deben pasar numerosos exámenes y entrevistas para convertirse en la “familia idónea”. Algo que reduce el número de adopciones según pasan los años.

Si bien es cierto que la situación económica y las duras restricciones que están poniendo los países natales de los niños hace más difícil la adopción, ésta sigue siendo una puerta abierta para los padres que no pueden tener hijos. 

Son muchos los que se dirigen a otro país para solicitar una adopción porque en su comunidad el descenso de los casos de abandono, el aumento de la calidad de vida y el desarrollo del sistema de protección de la infancia hacen que el número de niños en adopción se reduzca. Aunque hay quien no pierde la esperanza de lograrlo.

De cualquier forma los datos nos indican que ha descendido en número de 
expedientes de adopción internacional y que los de nacional van aumentando cada año. La explicación está en que, por un lado, se ha reducido la lista de espera para poder adoptar en España y, por otro, que en algunos países se ha producido un endurecimiento de los requisitos necesarios, lo que ha animado a las familias acogedoras a solicitar más niños nacionales.

Sin embargo, estos datos no significan que la adopción internacional no siga adelante. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), China, Colombia y Vietnam son los países donde hay mayor número de adopciones. 

No obstante, en el caso de China éstas descendieron con respecto a años anteriores. Las férreas condiciones impuestas por las autoridades chinas para poder adoptar han provocado un importante descenso de las solicitudes de niños chinos.

(Fuente: Levante emv)

Por otra parte, es indudable que las familias biológicas y las familias adoptivas compartimos aspectos esenciales en cuanto a la crianza de los hij@s. Sin embargo, las familias adoptivas, a las dificultades propias de toda crianza, debemos añadir el hecho de que las vidas de nuestr@s hij@s no comenzaron cuando nosotros entramos a formar parte de ellas:
 ¿Qué traen nuestros hij@s en su"mochilla"? ¿Cómo afecta la calidad y duración del período de institucionalización en el establecimiento de un vínculo seguro? ¿Qué influencia tienen factores pre y postnatales, cómo la malnutrición, el alcoholismo, los tóxicos ambientales, etc. en el rendimiento escolar? ...Cuando los niños no vienen de París trata de ofrecer, tanto a familias como a profesionales, un espacio de reflexión y orientación sobre éstas y otras cuestiones que afectan a la parentalidad adoptiva.

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