domingo, 10 de noviembre de 2013

ENSEÑA A TU HIJO A COMER BIEN

CÓMO FOMENTAR HÁBITOS ALIMENTICIOS SALUDABLES

 

  • Si piensas que su hijo/a come poco, lo que primero tienes que hacer es un registro de lo que en realidad come. Puede que coma lo suficiente y, por tanto, no debas preocuparse. Anota las horas/veces en las que come algo, cantidades y tipos o variedad de alimentos. Parte de la premisa que no todo el mundo necesita comer lo mismo y habla con el pediatra de las cantidades adecuadas para la edad  y las características de su   hijo/a.
  • Haz de las horas de comer momentos relajados y agradables.
  • ¿Cómo crear un ambiente agradable?: que esté todo bien iluminado, con un plato divertido o apetecible a la vista, un vaso con un dibujo animado, conversación agradable y sonrisas. Puede incluso adornar la mesa con  adornos divertidos.  Prohibido gritar o pelearse en la mesa.  Si has observado que ciertos objetos, juguetes o situaciones distraen demasiado a su  hijo/a, retíralos. La hora de comer es para comer, no se juega ni se ve la televisión. Se puede permitir al niño mantener un juguete en la mano o cerca de él. Habla de cosas agradables con su  hijo/a mientras come, cuéntale un suceso divertido del día  o  cántale  una estrofa de una canción  si es pequeño/a. No insistas una y otra vez en que coma, él ya sabe que es la hora de comer. No hagas comentarios continuos si el niño no come,  recuérdale alguna vez el refuerzo o la actividad agradable que le espera para después de comer y/o que el tiempo de comida se está acabando, pero no lo haga con demasiada insistencia –sólo 1 ó 2 veces máximo. Refuerce o alabe si está comiendo pero procure hacerlo  con sonrisas y comentarios no directamente relacionados con la comida. Si eres tú la que le da de comer, espacia los ofrecimientos de la cuchara o de la comida  unos 5-10 segundos después de que ha rechazado una cuchara, después de este tiempo inténtalo de nuevo.
  • Instaura una rutina del momento de comer: comer a la misma hora, en el mismo lugar y con las mismas condiciones ambientales (por ejemplo la condición de tele apagada hasta que haya terminado de comer). Elige con cuidado las horas de las comidas si su  hijo/a es pequeño/a, piensa en adelantar las comidas y las cenas para evitar que a tu  hijo le entre sueño antes o durante la comida y ya no quiera comer. Un horario razonable entre los 3-4 años es comer a la 2- 2.30 y cenar a las 8.30- 9. Para elegir el horario del desayuno, aconsejamos despertar al/la niño/a por las mañanas con el suficiente tiempo para que pueda esperar a desayunar una vez que se ha despertado del todo después de vestirse, lavarse o incluso charlar un ratito. Haz que el niño/a coma con otros miembros de la familia si es posible.
  • Haz coincidir el final de la comida con alguna situación que le guste al/la niño/a,  por ejemplo un juego de escondite o cosquillas si es pequeño/a, ver la televisión, ver un cuento o sacar su juguete preferido.
  • Pon raciones pequeñas, fundamentalmente si se trata de comida nueva o de comida que a él/ella no le ha gustado en otras ocasiones.  Si el problema de no querer comer es muy serio, también puedes probar a poner comidas que se puedan comer sin cubiertos. Paulatinamente se irá alternando esta comida con la comida de cuchara.
  • Varía durante la semana los alimentos de cada comida. Evita poner todos los días lo mismo, los/as niños/as se cansan.
  • Si no le gustan ciertos alimentos y además come muy mal, evita los alimentos que no le gustan los primeros días (no podemos empezar por todo a la vez) y céntrate solo en que coma sentado, solo y cantidades normales.  Le enseñaremos a comer de todo una vez que coma cantidades adecuadas de comida y, además, que las coma con gusto y aceptando la rutina de comer. Podemos intentar que coma alimentos nuevos en horas distintas a las comidas principales, a modo de aperitivos o como golosinas sueltas.
  • Ponle comida simple y fácilmente identificable. A los/as niños/as les gusta ver lo que están comiendo. Aconsejamos además no mezclar alimentos en el mismo plato o la misma cuchara.
  • Cuando decidas incorporar alimentos nuevos, pon solamente un alimento nuevo cada vez, junto con otro que le guste al/la niño/a. Para los alimentos que no le gustan, pon muy poco y siempre acompañado de otros alimentos que le gustan mucho. Puedes probar a poner platos combinados (no mezclados) con raciones muy pequeñas y variadas.
  • Para conseguir que tu hijo/a coma más cantidades, aumente en un principio en aquellas comidas que más le gusten. Ve aumentando progresivamente la cantidad de alimento que le pones en el plato de aquellas comidas que al/la niño/a más le gustan, házlo poco a poco sin que apenas se note. Primero házlo sólo en una de las comidas del día (el almuerzo o la cena, por ejemplo), comenzando por aquella en la que el/la niño/a suele comer más y/o suele estar de mejor humor o más despierto/a.
  • Respeta siempre el número de comidas del día y no añadas ninguna más aunque el/la niño/a no haya comido nada en la anterior. No des de comer entre comidas.
  • Marca un tiempo razonable para la comida. Anímalo a comer pero, si no lo hace,  retira la comida después de que pase un tiempo razonable.  Puede disponer de un reloj con alarma. Explícale al/la niño/a que hay un tiempo de comida. Refuerza al/la niño/a mientras va comiendo. No le sirvas más hasta la próxima comida. Puedes reforzar con un postre especial el acabar a tiempo. Si tu hijo/a es de los que se levantan de la mesa, tardan mucho en comer, y quieren que tú vayas detrás con la comida,  puedes usar un reloj para indicarle que hay un tiempo límite en el que debe estar sentado/a. También debemos enseñar que hay unas horas apropiadas para comer y otras no. Si tarda mucho porque está jugando o viendo la tele mientras come, retira lo que le distrae. Si tarda mucho porque come a bocados excesivamente  pequeños, aumente progresivamente  y/o muy poco a poco hasta cantidades normales.
  • Acostúmbrale a no levantarse de la mesa. Si se levanta, ya hemos comentado que  no debes llevarle la comida hasta donde se ha ido el/la niño/a. Lo mejor es que tú sigas comiendo y le des  un aviso verbal indicándole que la comida se queda fría y/o que el tiempo de comida se va a acabar y se va quitar la mesa. El/la niño/a pierde “tiempo de comida” y tú te debes asegurar que después de ese tiempo no puede picar nada hasta la próxima comida. En algunos casos puede ser conveniente el obligarle físicamente a permanecer sentado/a.
  • Dále a escoger en el postre, procurando postres muy apetecibles para el/la niño/a. Por ejemplo, puede elegir entre un helado o una chocolatina pequeña si esos son sus alimentos preferidos...
  • Anímale a que ayude a preparar la comida. En caso de niños/as mayorcitos/as dejarle que ayude a planificar las comidas de la semana o cuando hay que ir a hacer la compra.
  • Permite que haya un periodo de descanso antes de la comida para evitar la fatiga o la sobreexcitación que algunos niños/as traen del colegio y quitan las ganas de comer. En el desayuno y merienda ten refrigerios variados y nutritivos, permite que los/as niños/as elijan. En las comidas principales no se debe elegir, exceptuando el postre cuando se está iniciando el programa de alimentación

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